M i hija siempre anda diciéndome que soy muy ‚Äúpaz y amor‚Äù y la verdad es que, innegablemente, soy un producto 100% flower power, hija de la contracultura y muchas otras cosas más. En un par de días llega mi cumpleaños y este año lo celebro revisando de dónde vengo, qué corre por las venas de la psique familiar y qué papel juega uno en todo eso.

Sin entrar en detalles sobre mi árbol genealógico, puedo decir que siento un orgullo castizo por mis ancestros, sobre todo por el impacto positivo que ejercieron en su entorno. Mis abuelos y bisabuelos fueron admirados por su sentido de la responsabilidad social, su sensibilidad hacia el arte, su valentía y un profundo sentido espiritual de la vida. Me resulta curioso ver que mi ‚Äúyo‚Äù de aquí y ahora le da continuidad a todo lo que ellos fueron.

Desde el punto de vista yóguico, el karma, o las memorias de las experiencias vividas en el pasado que condicionan el estado presente, es algo bastante complejo. No sólo tenemos un karma personal sino que también contamos con el familiar y el global. En cada persona se puede rastrear información proveniente de la cadena evolutiva hasta el comienzo de los tiempos y se nace dentro del río de karma familiar que se necesita para evolucionar. Tú, yo o cualquiera somos un eslabón en la cadena progresiva de lo que entendemos como familia y estamos aquí para dándole continuidad a lo que vino antes que nosotros, para enriquecerlo, siendo humanos más despiertos y con mayor conciencia. Continuidad ¬†se entiende como el acto consciente de prolongar la existencia humana ininterrumpidamente haciendo que a través de ti se transforme y mejore.

Si lo observas desde la consciencia, ese pasado deja de ser un freno o una traba y se convierte en tu aliado. Te aporta cantidad de información sobre quién eres y cuál es tu papel en el mundo. Yo no soy mis ancestros, pero partes de ellos están en mí y esas partes necesitan ser transformadas y liberadas para que suceda la continuidad energética. Sin la transmutación adecuada, caemos en la recurrencia y la repetición. Pero otro día escribiré sobre esto, ¿te parece?

Con gratitud hacia mi familia, soy lo mejor que puedo ser en esta vida y recuerdo que ¬†también seré pasado para las personitas que se encarnan después que yo. Ahora, ¡me toca apagar mis velas de cumpleaños!!!

Shanti OM

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