yoga, meditación, lifestyle Amor incondicional 19-02-2021

Si no es incondicional, no es amor. Curiosamente la idea en sí es ya contradictoria (no irreconciliable) y más abajo verás por qué. Nuestra capacidad de ser incondicionales sucede como una danza entre amor y libertad, pero ¿son sentimientos equiparables? Decimos que el amor nos hace libres, cuando en realidad la naturaleza de amor y libertad es casi opuesta. La perspectiva del yoga nos ilumina en este aspecto y puede hacernos saltar a la gran dimensión de la Consciencia amorosa donde siempre experimentamos lo incondicional.

El amor o “prema” es por naturaleza magnético. Atrae, liga, une, abraza, comprime. Cuando amamos algo o a alguien queremos tenerlo cerca, sentimos una atracción magnética hacia el objeto de nuestro amor y no paramos hasta fusionarnos con eso. Los en-amorados viven para estar juntos, voluntariamente ceden sus libertades al otro en pos de su amor. A la persona amada le ofrecen su tiempo, su presencia, su vida y su móvil.

La libertad o “moksha” es por naturaleza expansiva. Amplía, dilata, crea espacio, suelta. Ser libre y honrar la libertad de otro ser humano es darnos permiso para ser quienes somos, para hacer en cada momento lo que sentimos, para volar sin restricciones. No hay ningún intento por manipular el comportamiento y, ni mucho menos, el sentir de otra persona.

Incondicional quiere decir que algo carece de restricciones, condiciones o barreras. Inusual para el corazón humano puesto que constantemente le ponemos coto al amor. Solemos amar a otros siempre y cuando se comporten como pensamos que deben hacerlo, nos complazcan como nos gusta o mientras se ajusten a nuestros criterios personales sobre la vida. Es fácil amar a nuestra pareja y no es tan sencillo cuando se trata de X o Z figura política. Justificamos la ausencia de la expansión del amor diciendo que como hacen tal o cual barbaridad no son merecedores de que les amemos ¿verdad? Amar incondicionalmente significa que brota de nosotros hacia el todo por igual, sin condiciones y de modo ilimitado.

Aquí precisamente es donde todos nosotros podemos mejorar y para ello te propongo el siguiente

ejercicio para amar libremente:

1.

Divide una hoja de tu diario en dos columnas. En una escribe las cosas, ideas o personas que amas, en la otra todo aquello que odias. No te limites a personas, pueden ser sentimientos, situaciones, animales, objetos, lo que te venga.

2.

Visualízate como un alma despierta en evolución, cierra los ojos e imagina una luz rosada y potente fluyendo desde tu corazón y envolviendo a TODO lo que has escrito en esa página.

3.

De este momento en adelante, cuando estés en presencia de aquello que odiabas, recuerda la imagen en el punto anterior del ejercicio, envuélvelo en la luz de tu amor y déjalo ser.

Aham prema significa “somos amor”

 

 

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