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X¿Os acordáis de esas radios de hace unos años que tenían unas rueditas que había que mover para sintonizar con la emisora deseada? ¿O las teles con antenas que había que ajustar hasta encontrar la posición perfecta para ver la imagen? Era una maravilla pensar que "flotando" por el aire hubiera multitud de ondas y frecuencias que transmitieran un montón de información sin que nosotros las viéramos ni las escucháramos. Y es que la realidad es mucho más rica y compleja (aunque a la vez simple) de lo que podemos percibir con los sentidos. Todo esto os lo cuento porque también nosotros somos receptores de ondas energéticas que no vemos. Las frecuencias emitidas por lo que nos rodea y por lo que hacemos nos influyen sin que nos demos cuenta.
El Yoga explica que el universo es Consciencia pura. Todo y todos formamos parte de su campo infinito de energía y vibración. Y cuando nos dicen "todo" se refieren precisamente a eso, a todo. Lo que consideramos bueno y lo que pensamos que es malo, la vecina que nos cae fatal o la comida basura¬†que nos sirven en muchos sitios también forman parte de lo Supremo. Sin embargo, cada cosa crea diferentes ondas y resonancias en nuestro Ser, haciendo que nos sintamos positivos y felices o negativos y deprimidos. Tenemos un cuerpo energético sutil que funciona como receptor de todas esas ondas. Podemos sintonizar con cosas que nos ayuden a evolucionar o con vibraciones que hacen lo contrario. ¬†
A veces es difícil elegir, especialmente porque hay tantas dificultades en el entorno. Las recomendaciones que os doy a continuación pueden iniciar un cambio súper positivo en vuestras vidas: