La palabra detox está en boca de todos, en la mía, la primera. Talleres, retiros, publicaciones, innumerables recetas deliciosas de colores brillantes. Mmm! pero detrás de frenesí por depurar el cuerpo y la mente hay algo más. En mis sesiones de consulta personal el detox "álmico" es un elemento esencial. Hoy comparto contigo una manera sencilla de empezar. En el fondo, es el deseo de limpiar el alma lo que te lleva a purificar el exterior. Tu Ser es eterno y se ha encarnado numerosísimas veces, pero la mayoría de ellas no ha tenido la posibilidad de hacer un trabajo de transformación profunda antes de dejar el cuerpo físico. Así, ha ido cargando residuos de experiencias pasadas que condicionan quién eres aquí y ahora. El físico y la mente son los cuerpos superficiales de tu Ser, depurarlos periódicamente es una necesidad y una gran ventaja en el camino de la evolución interna. También son los desagües por los que dejamos partir un montón de cosas que suceden en las capas más profundas. Llega un momento en el que decidimos dar un paso más y empezar la limpieza del alma. La clave está en hacer un cambio de conciencia. Desde afuera puede que parezca que todo está igual, que haces las mismas cosas o que sigues las mismas rutinas que con una depuración normal, pero por dentro es otra historia. Cuando sabes que tu cuerpo, mente y alma están intrínsecamente conectados y que todo lo que haces en un nivel sucede en el otro, entonces tu programa de depuración lo puedes aprovechar y hacer limpia de memorias del pasado, patrones e ideas que te pesan, te duelen o ya no te sirven. Una manera sencilla de empezar es estar consciente, tomarte tu tiempo e investigar como si fueras el más sagaz de los detectives, mis favoritos Jessica Fletcher o Sherlock Holmes en acción. Una vez que veas la memoria o el código que nubla el brillo intrínseco de tu Ser, respiras Consciencia, lo transformas y lo dejas partir. El resultado es una renovación maravillosa que te permite ser libre, ser tú mismo y darle continuidad a tu energía aquí en la Tierra.

Shanti Shanti

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