Días Nutella 01-01-2016 U n nuevo año siendo estrenado. Es emocionante y lo celebro hoy contándote cuál es mi resolución especial: 2016 es ‚Äúmi‚Äù año, me lo dedico a mí por encima de todo porque en esta vida conviene darse un homenaje o muchos! Particularmente si tienes una trayectoria como la mía. Sigue leyendo y sabrás qué son los días Nutella y por qué son importantes. Todo empezó una tarde de domingo en la que, después de un buen rato de conflicto interno conmigo misma, me vi en la cocina sacando pan de molde de la despensa y untándolo generosamente con una deliciosa crema de chocolate. Mmmm, me relamía en plan niña pequeña, ay, divertidísimo!! Lo normal en mí habría sido sentirme culpable, pero esta vez sólo estaba disfrutando de los placeres del azúcar, de las texturas en mi boca y de las memorias de la infancia que surgían con cada bocado. Sé que soy un ejemplo viviente de cómo llevar una vida sana, es lo que resuena conmigo y lo que fluye naturalmente, pero existe una cara oscura: de vez en cuando me observo siendo demasiado rígida conmigo misma. Es algo así como tener tu propia señorita Rottenmeier en el interior. Resulta que esta actitud no tiene mucho de espiritual. Mi maestra solía decirnos que, cuando trabajas con disciplina y vives atento y consciente, es importante tener un día a la semana para darse todos los caprichos, no como auto indulgencia sino más bien como un acto de honrarse a uno mismo. Esto es lo que yo llamo un "día Nutella", el día para salir de la rutina y hacer cosas que te endulcen y regeneren incluso si no son consideradas sanas. Existe una gran diferencia entre esto y dejarse llevar por todo tipo de placeres hedonistas alimentados por la idea de que todo vale. Es una realidad que en el universo no existe nada bueno ni malo, lo que hay son infinitas posibilidades de elección y una enseñanza escondida detrás de cada una de ellas. En mi caso, ese evento del que te hablaba antes me ayudó a dar un pasito más en la transformación de la seriedad de la disciplina férrea. La rigidez y la auto exigencia son limitadoras porque carecen de compasión, flexibilidad y celebración. Además, si de verdad consideras tu cuerpo-mente-corazón como algo sagrado, escucharlo y sentirlo debería ser la prioridad en tu camino de evolución personal. Probablemente en 2016 no me coma muchos sándwiches de Nocilla porque tampoco es que me emocionen (en su lugar puedo hacer una bandeja de mis divinos brownies, jiji), pero sí me comprometo a escuchar a mi cuerpo-mente-corazón y a tratarme con el mayor respeto y cariño, dándome lo que necesite en cada momento. Cuando yo era niña le llevávamos dulces a Krishna. A Ganesha, por ejemplo, se le honra con laddus (pastelillos típicos de India). Este año me los ofrezco yo a mí misma en la forma de tiempo de descanso en la Naturaleza, lecturas enriquecedoras, práctica, las horas de sueño que necesite, alimentos nutritivos, toneladas de amor, muchas experiencias maravillosas que ahora no puedo ni imaginar y abundantes caprichos también, ¿por qué no?

¡Felicísimo y próspero 2016 a todos!