Hace poco me di cuenta de que los días en los que las emociones están más a flor de piel, como en los que tengo conflictos con otras personas o conmigo misma, son los que más me agotan, con diferencia. Llega la noche y parece que haya corrido una maratón, me meto en la cama y no puedo dormir. ¿Te pasa lo mismo? Esto se llama estrés emocional y tiene remedio: 

Puede ser más demoledor que el estrés causado por hacer muchas cosas o vivir demasiado deprisa. Cada emoción sentida en el cuerpo activa toda una cadena de reacciones químicas que, a su vez, ponen en funcionamiento los mecanismos dañinos del estrés. Si combinamos esto con los retos de las relaciones de pareja, por ejemplo, tenemos una mezcla explosiva. Para rebajar tus niveles de estrés emocional lo primero es tu práctica diaria porque te asegura que cada vez haya más calma en tu vida: sigue meditando y practicando la relajación consciente; haz ejercicio en la naturaleza y súbete a la esterilla. Cuando te veas en mitad una situación conflictiva, toma una de estas dos vías : o bien respira y párate antes de actuar, con esto evitarás las reacciones impulsivas; o bien aléjate. Sí, has leído bien, alejarse de una situación que sabes que te va a estresar puede ser de gran ayuda. Irse a tiempo no es huir sino que es un acto de amor porque estás siendo consciente de que tu presencia en ese momento y tiempo no es beneficiosa para ti, ni para los demás. Nada bueno surge de la frecuencia que emiten las emociones del estrés, así que atrévete a sintonizarte SIEMPRE con aquello que te hace sentir bien, alegre y luminoso.

aham prema - somos amor

Photo by Simon Rae on Unsplash

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