Lo que SÍ puedes elegir y que realmente cambia tu destino. 15-07-2023

No me gusta mucho compartir mis opiniones sobre política y menos escribir sobre ellas, pero dado que en estos días nos llaman a las urnas en nuestro país y parece que son unas elecciones raras, a destiempo y teñidas de descontento por parte de todos me pregunto qué es lo que de verdad podemos elegir.

El concepto del libre albedrío es maravilloso y esencial, como concepto, porque la verdad es que ya desde la cuna estamos condicionados por un sinfín de cosas: el lugar donde nacemos, el entorno sociocultural, lo que nos cuentan nuestros padres y familiares, el pasado del linaje familiar y el del alma. Luego vamos cumpliendo años y las capas de circunstancias que nos atan se van haciendo más y más gruesas. Sin darnos cuenta, la mayoría de las personas se convierten en títeres de lo que les rodea y de su pasado. Resulta muy desesperanzador ¿verdad?

El yoga tiene palabras para explicar todo esto, una de ellas es karma, seguro que la conoces, pero hablamos de ello de un modo muy peculiar. Nos dice que esos condicionamientos son reales, vale, pero por otro lado nos enseña cómo centrarnos en algo que SÍ podemos elegir y que es precisamente lo que cambia nuestro destino y corta los hilos del titiritero:

Los yogins aprendemos a escoger nuestro estado anímico en el momento presente.

En cada “ahora” tenemos el poder de decidir cómo sentirnos porque esa es la llave mágica que guía y modifica lo que experimentamos tanto fuera, como dentro, a corto y a largo plazo. Nuestra felicidad y el devenir de la vida en la Tierra sólo dependen de eso.

 

No me creas si no quieres, pero prueba el siguiente ejercicio durante los próximos siete días:

1

Siempre que puedas, párate y observa cómo te sientes.

2

Dedica unos segundos a respirar de manera profunda, hasta el abdomen, e intenta relajar tu cuerpo y tu mente.

3

Encuentra algo en tu entorno que ya está yendo bien y dale toda tu atención. Suelen ser cosas sencillas como lo rico que está el cafelito que te estás tomando o la alegría de haber encontrado un asiento libre en el vagón del metro.

4

Ahora fíjate en el sentimiento interior o lo que antes he llamado “estado anímico”. Estás contenta/o, tu cuerpo se siente mejor, en este ahora preciso hay algo bonito o agradable sucediendo.

5

Y respira estas sensaciones con todas las células.

6

Por último, observa cómo tu corazón sonríe y amplifica su alegría.

 

Cuantos más de estos momentos mágicos sumes a tu día, más fuerte te harás a la hora de seleccionar cómo quieres sentirte y vivir. Empezarás a notar que los problemas se resuelven casi solos, que todo transcurre con mayor fluidez, que la vida te trae justo lo mejor para ti, exactamente lo que necesitas para evolucionar, y algo que me encanta es que el mundo se volverá más amable y menos hostil.  

 

Más aún, así es como construimos nuestra realidad y eso tiene un gran impacto en el futuro de la comunidad planetaria. ¿Cómo es eso posible? Disciplinas como la física cuántica, la neurociencia y (con miles de años de adelanto) el yoga muestran que todo en el universo es vibración y que los distintos estados anímicos por los que pasamos generan diferentes ondas vibracionales que influencian y cambian nuestro entorno de manera que, cuando nos sentimos bien, emitimos una frecuencia de armonía que se impregna en todo lo que experimentamos y que se convierte en la base de cultivo de lo que veremos crecer en nuestro futuro. Si estás feliz, en paz y en-amor hacia la vida, eso es lo que se crea en el mundo y en nuestro futuro.

Sin embargo, cuando le damos atención a lo que va mal o nos quejamos de los políticos y de los que se creen amos del mundo, las disonancias y los desequilibrios son lo que se prolonga en las esferas de lo individual y del colectivo.

 

La elección es bipartidista en este caso: ¿quiero sentir y crear armonía o disonancia? La verdadera libertad de elección sólo sucede aquí y ahora y siempre dentro primero.

Namaste