Mujer madre 05-05-2017

La maternidad suele ser el aspecto de nosotras mismas con el que más nos identificamos y, a la vez, muchas sentimos una gran herida interna por no tener hijos físicos cuando la verdad es que eso no es lo único que nos hace madres. Tengamos hijos o no, todas somos resplandecientes, alumbramos la vida y protegemos el mundo. ¿Cómo? Sigue leyendo ;) Las cualidades maternales son parte de la esencia de toda mujer. Se sienten con más fuerza durante la fase de luna llena y también existe una etapa en la vida durante la cual nuestro papel dominante es precisamente este. La mujer madre:

Es radiante, luminosa y plena como la luna llena.

Desborda energía y brilla con una luminosidad que habla de vitalidad, salud y fuerza.

Protege una forma de vida armoniosa y en unión con la madre Tierra.

Siente un profundo amor compasivo hacia sí misma y hacia los demás.

Su energía sexual es poderosa y la celebra a lo grande.

Tiene hijos físicos, materializa ideas y es madre cuidadora de su comunidad.

Se involucra en el mundo activamente y pone en práctica lo aprendido en la etapa previa, la de la doncella.

Desarrolla sus sueños profesionales, contribuyendo con sus propios talentos.

Asume la responsabilidad de cuidar y alimentar a otros seres o proyectos.

Diosas arquetípicas:

Durga, madre y reina por excelencia.

Maha Tripura Sundari, de la belleza suprema.

Selene, de la luna llena.

Gea, de la tierra.

Démeter, protectora de las cosechas y de la fertilidad de los campos.

María, madre de Jesús.

Este domingo, Día de la Madre y durante la luna llena que viene después sigue las siguientes prácticas sanadoras:

Date masajes con aceites esenciales.

Baños calientes a la luz de las velas y muy relajantes.

Baila bajo la luz de la luna junto a tu propia madre, tus hermanas e hijas.

Disfruta de una comida abundante, colorida, repleta de alimentos ricos y nutritivos.

Goza con la sexualidad consciente.

JAI JAI MAAA

Mujer Radiante, tanto en el formato de taller de fin de semana como de programa de coaching, te enseña cómo sanar a la madre en tu interior y su papel en el exterior. ¡Escríbeme!