Todavía tenemos un poquito de tiempo en este enero de resoluciones para plantar la semilla más importante. Anoche fue la primera luna nueva del año, idónea para darle aún más potencia a las direcciones energéticas que quieres afianzar durante los próximos meses.

La gente de campo sabe muy bien que las fases lunares influencian la vida de las plantas. La siembra, la cosecha y el cuidado general de la tierra se hace siguiendo los dictados de la luna lunera. Así, mientras que en la fase creciente y de luna llena se plantan aquellas hortalizas o árboles que van a crecer hacia arriba, durante la fase decreciente y de luna nueva se plantan las hortalizas de raíz y todo aquello que necesite crecer fuerte hacia abajo. La verdad es que todo sucede en armonía a los ciclos naturales y por eso en mis cursos le presto mucha atención a esto.

El yoga y el ayurveda nos enseñan cómo la semilla más importante que podemos plantar, cuidar y cultivar es la de "SER". Ser uno/a mismo/a, sin adjetivos ni metas ni destinos porque el propósito último de la vida es simplemente "ser" y cuando eso sucede se revelan todas las maravillas que llevas dentro. Además todo resulta mucho más divertido y alegre cuando lo que más importa es mostrar la preciosa chispa de consciencia divina que viniste a compartir con el mundo.

Si aún andas descubriendo tu esencia divina, mis dos programas estelares te ayudarán a encontrar muchas respuestas: participa en el programa de estilo de vida ayurvédico Vida Radiante del 28 y 29 de marzo y en el curso de despertar femenino Mujer Radiante del 9 y 10 de mayo. Esta luna nueva, decídete a soltar los convencionalismos, a liberarte de todo aquello que te ata internamente, a romper con la contención y a bailar con la vida. ¡El universo nos necesita tal y como somos!

aham prema

Photo by Jed Owen on Unsplash

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