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XH ace tres semanas cambiamos el contenido de dos cajones en la cocina. Intercambiamos sartenes y ollas. Sencillo, ¿verdad? Pues está siendo toda una lección para ver cómo actuamos desde los viejos hábitos y cómo nos movemos en piloto automático por la vida, indicadores de que nos oponemos a la evolución. En esta Gota de Luz encontrarás el antídoto para la resistencia a los cambios, a mí me lo están enseñando los cajones de la cocina.¬†
Al principio, cada vez que iba a coger una sartén abría el cajón donde solían estar antes y me encontraba con las ollas. Todavía esta mañana quería preparar la tartera para el cole de verano de mi hija y al querer sacar la olla pequeña ha salido la sartén. Ay!
En general a la gente le cuesta cambiar y aprender cosas nuevas, pero el cambio sólo es dificultoso cuando no estamos presentes plenamente. En realidad, mis sartenes y mis ollas están más contentas con la nueva colocación porque tienen más espacio y ya no están apiladas y en desorden. A quien le cuesta adaptarse es a mi mente, que sigue fija en la disposición antigua.
La atención plena te enseña a autoobservarte, a romper viejos patrones de movimiento-pensamiento-sentir y a hacer las cosas conscientemente. Estando atento te das cuenta de lo que sucede en tu entorno, eres más sensible y estás más receptivo y a la escucha.
El estado de presencia te hace estar en el aquí y el ahora, sin juzgar, libre de pensamientos que te marean diciéndote que lo de antes era mejor, que para qué cambiar si las cosas están bien como están, etc. Cuando estás presente fluyes con lo que hay y lo amas plenamente, te relajas porque sabes que la vida siempre ofrece más y mayores posibilidades de crecimiento.
Ríete contigo mismo y disfruta del proceso.
Es imposible resistirse porque si hay algo cierto es que todo está sujeto al cambio evolutivo ¿o acaso puedes decirle a una mariposa que vuelva a la fase de oruga?
Me gustan todos "los yogas" y esa filosofía profunda de los textos clásicos. Pero en ese yoga de las cosas cotidianas, como el que encuentras hoy en tú cocina, llego experiencial y sencillamente a los conceptos, a menudo complejos de descifrar, en los que presencia plena, consciencia, evolución, apertura, totalidad y alegría se hacen tan vivos que no sólo no me cabe ninguna duda sobre la que conjeturar sino que además me surge una sonrisa cómplice como la que puede salir a quien lea esto y SEPA de qué hablo. OM ANANDA.
Muy bonito tu comentario, Peter, gracias. Sí, el yoga de las cosas cotidianas es maravilloso. A seguir sonriendo! OM Ananda