¿Sabes cuál es la razón primordial por la cual no somos felices? ¿Eso que te impide disfrutar cada momento de tu vida, que reprime la capacidad de vivir la maravilla de todas las experiencias, desde la libertad y la ausencia de enjuiciamiento, más allá de la inseguridad o de cualquier límite humano? 

La causa de la infelicidad no es la desconexión del Ser porque esa unión es indisoluble, existe desde que fuiste engendrado/a y jamás podrá romperse. Tu ser personal siempre está entretejido con tu ser universal. Como alma encarnada eres feliz sin restricciones, luz que brilla con un fulgor inigualable, alegría, paz, creatividad y todas esas cualidades que nos pasamos la vida entera persiguiendo ahí afuera. El yoga nos dice que revelas tu verdadero ser en el aquí y el ahora cuando te quitas de en medio y permites que tu esencia lumínica y maravillosa brille. La meditación y la espiritualidad consisten en eso, nos enseñan técnicas para apartar a tu mente del medio del camino. La educación y los primeros años de la encarnación nos han hecho adquirir un cúmulo de ideas y creencias sobre la vida que condicionan nuestra experiencia directa de la realidad. Es cierto que son necesarios para vivir en sociedad, pero más allá de eso carecen de valor, es más, no hacen más que nublar la emoción pura que el alma siente ante la vida en la Tierra.

Una forma muy sencilla de empezar a SER con mayúsculas es respirar conscientemente muchas veces al día avivando las emociones, sensaciones y sentimientos del alma. Al principio, tomar las riendas de lo que sientes puede resultarte complejo, pero créeme que es cuestión de práctica. Por otro lado, si te sientes manipulado/a por historias densas, respira y céntrate en otra cosa, haz una actividad que eleve tu frecuencia y verás como en pocos segundos habrás recuperado el estado de Ser. Es un proceso fascinate, ¡disfruta!!

aham prema

Photo by Robert Collins on Unsplash

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