Marzo acaba por todo lo alto ya que mañana es Holi, el festival indio del color y de la plenitud en la existencia que se celebra siempre en luna llena. Cada vez que hay una fiesta así pienso en cómo todos tenemos la capacidad de elegir celebrar la vida.

Sucede algo muy interesante a medida que vas avanzando en este camino. Dejas atrás unas cosas para elegir otras nuevas. A veces las personas que no practican yoga o que no siguen un estilo de vida espiritual nos miran desde fuera y piensan “jo, imposible que yo viva así porque si tengo que dejar de comer carne, fumar, salir por la noche o ver la tele sé que no lo voy a hacer, ¡no puedo renunciar a tantas cosas!” Lo que no saben es que no es una renuncia sino una elección que tampoco sucede de forma racional sino de modo muy orgánico. Puede que al principio sí haya algunas cosas a las que dices "no" como algo impuesto, por ejemplo, muchas personas deciden adoptar una dieta vegetariana porque han leído que es muy saludable y quieren probar ya que, además, su pareja lo hizo hace meses y está muy pesado/a con que no quiere volver al asador donde solían comer los domingos, pero los mejores cambios son los que brotan de una transformación profunda, tu cuerpo-mente deja de pedirte cosas que antes le resultaban imprescindibles. 

Personalmente, a pesar de que muchos piensan que mi vida es súper estricta y perfecta, hace muchos años que dejé de renunciar a esto o aquello. Siempre intento hacer lo que me resuena, lo que hace bailar a mis células porque cuando no sigo ese criterio interior, estas reaccionan a través del malestar físico o emocional o, en el peor de los casos, de la enfermedad.

La renuncia no es tal cuando tu vida se basa en una elección sincera de aquello que armoniza con quien tú eres en este momento, permitiéndonos la renovación y la evolución a una vida más plena. El camino del ayurveda y del yoga promete no sólo un renacimiento, sino muchos, ya que nos da la oportunidad de ir transformándonos, mejorando y optimizando nuestra presencia en el cuerpo. Podríamos decir que nuestro cuerpo-mente va renaciendo para ir acogiendo cada vez más y más densidad de Ser. Así que lo que necesita ahora no tiene nada que ver con lo que necesitaba una década atrás, ni siquiera hace un mes. Cuando estamos atentos a nuestro estado de ser en el ahora, podemos elegir sabiamente y de acuerdo a quienes somos en el presente y ¡es maravilloso! ya que entonces se abre el abanico colorido de posibilidades celebrar plenamente cada día.

aham prema

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