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XHoy es el solsticio de verano. El sol está en su apogeo y celebramos su luz, tanto afuera como dentro. Este año hay una alineación especial porque coincide con que la luna estará llena, pero no se trata de una luna llena cualquiera sino de una "súper luna", pues es cuando se acercará más a la Tierra en todo el 2013.
Luna y Sol, los eternos símbolos del principio femenino y masculino se encuentran en el cielo, ambos en su máximo esplendor. Se trata de una unificación profunda y eterna que nos lleva al despertar del Ser. Algo mágico está pasando...
El mundo se inició con la luz, la Luz es consciencia e iluminación. Este solsticio tenemos la oportunidad de llenarnos de vida durante el día más largo y de beber del néctar de la inmortalidad durante la noche más corta. Día y noche la Luz estará presente, podemos recogerla, integrarla en cada una de nuestras células y llenarnos de la energía más vivificadora y transformadora.
La Luz del Sol de verano es un himno a la vida. La Luz de la Luna llena, un bello canto de dicha eterna. A lo largo de los últimos meses hemos estado iluminando zonas oscuras. Emociones, sentimientos y memorias del pasado que han ido saliendo a la superficie en cada un de nosotros para que pudiéramos amarnos en nuestra totalidad. Han sido unos meses muy transformadores, revisando y dejando partir patrones que ya no nos sirven en nuestro camino de evolución. Ahora es momento de hacer la práctica mágica de crear la visión más elevada de nosotros mismos que jamás podríamos inmaginarnos.
La sadhana (práctica espiritual) que te propongo este año tiene dos partes:
1. Ponte cómodo, cierra los ojos y respira suavemente. Cuando sientas que ya estás relajado, empieza a visualizarte a ti mismo en el estado de Ser más elevado (lleno de bondad, gracia, amor y paz, por ejemplo). Observa tu cuerpo físico, ligero y sutil; tu mente, abundante en pensamientos de paz y compasión; tu alma, eterna y luminosa. Si eres imaginativo, observa las sensaciones que tienes, cómo te mueves e incluso puedes ver las expersiones dulces de tu cara.
2. La segunda parte de la práctica se trata de que la luz de la luna y del sol iluminen y potencien tu visión. Báñate conscientemente en la luz de Sol y de Luna. Períodos de diez a veinte minutos son suficientes para que las células de tu cuerpo la absorban y para que la grandeza de tu Ser alcance más fuerza que nunca. En esta parte de la meditación, evoca el estado interior de la parte 1, siéntelo y deja que la Luz te impregne. Te invito a que amplies esta pequeña sadhana creando una visión elevada del planeta y de todos los seres que lo habitamos.
Entonces, agradece este regalo de plenitud  en tu camino y ponlo al servicio del Universo.
Om Shanti, shanti, shanti