La temporada navideña parece que ya ha empezado y en casa el belén ha tomado su lugar de honor como corresponde. ¿Tú también tienes la sensación de que cada año dura más?

Tanto celebrar puede ser una oportunidad para compartir aún más amor y paz, cualidades que, aunque parezca cursi, son la maravillosa esencia de estas fechas. Siempre me ha resultado interesante que a pesar de la cantidad de villancicos que hablan de la paz y el amor y de que nos acordemos de ser especialmente buenos unos días antes de la noche de Reyes, la mayoría de las personas lleguen al siete de enero con una sensación de vacío, agotados y con quilos de más. Los yogins y toda persona dedicada al trabajo energético profundo descubrimos cómo nuestro cuerpo-mente-corazón es un recipiente a través del cual la energía sutil, amorosa e inagotable del cosmos se manifiesta en el plano de la materia terrenal.

Esta energía nunca se acaba y siempre está fluyendo de forma que en realidad no surge de ti, tú solo eres un mero portador. Una de los motivos principales de la práctica de yoga asana es purificar y ampliar los canales por donde circula esa energía consciente para poder traer más de ella a este plano de experiencia. A medida que eso va sucediendo, vamos teniendo mayor capacidad de "ser" amor y paz. El cuerpo físico y la mente sufren una metamorfosis y el tejido del cual están compuestos se empieza a construir a partir de materiales más finos, casi etéreos. Estás aquí, eres de la Tierra y tu ser álmico se deleita y disfruta enormemente en este plano de existencia, pero también eres un ser de Luz y te invito a que te centres en eso durante las fiestas. ¡Menudo regalo para ti mismo y para el cosmos!

Sé un canal de amor y paz esta temporada navideña

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