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XU n estilo de vida que fortalezca el sistema inmunitario es uno de los pilares de la salud. El yoga puede ayudar mucho en este sentido, así que empieza ya a poner en práctica las siguientes recomendaciones y verás cómo este invierno estarás libre de catarros.
Nuestro cuerpo es infinitamente inteligente y está dotado de un conjunto de procesos biológicos que lo mantienen sano y lo protegen de diversos agentes causantes de enfermedades. Es el sistema inmunitario. La salud no es el resultado de aislarse sino de mantenernos radiantes en cualquier entorno. Y eso se logra cuando sabemos que somos la unión e interacción dinámica de cuerpo-mente-alma.
Naturaleza- lo más que puedas, pasa tiempo en entornos naturales donde te recargas de energía pura. Todos tenemos el tiempo para dar un paseo diario por el parque o hacer una pequeña excursión.
Descanso ‚Äì un día feliz empieza la noche anterior. Respeta las horas de sueño recordando que tu cuerpo está creado para dormir de noche y estar despierto mientras brilla el sol.
Alimentación ‚Äì sana y natural. Evita los alimentos procesados, químicos o procedentes de animales. Aumenta las verduras, frutas, frutos secos, semillas y granos completos. También son muy recomendables las curas depurativas en otoño y en primavera.
Asana ‚Äì la práctica regular de posturas de yoga asiste el proceso depurador de tu cuerpo, mejora la circulación de todos los fluidos y te da un chute de vitalidad. Incluye inversiones, torsiones y una relajación.
Respiración yóguica ‚Äì la respiración consciente que aprendemos en yoga tiene increíbles beneficios. Equilibra el sistema nervioso. Oxigena las células, mejora la circulación de la sangre a través de todos los sistemas corporales. Además, calma la mente y reduce los efectos del estrés.
Meditación ‚Äì el 90% de la toxicidad que acarreamos es emocional/mental. Tus creencias sobre el mundo y sobre ti mismo afectan directamente tu salud. La meditación es la manera más profunda para hacer limpieza general en este sentido.
Convivimos con virus, parásitos y otros patógenos que pueden dañar e infectar los tejidos sanos, pero la buena noticia es que ¡no por eso tenemos que ponernos enfermos!