El sábado 18 es luna llena y durante este fin de semana te invito a que cultivemos los pulsos lunares en el interior porque aumentarán el flujo de soma, néctar de la dicha eterna, en nuestro cuerpo-mente-corazón y en nuestra vida.

El yoga y el ayurveda estudian las sustancias físicas y metafísicas que dan forma a la materia. Soma es el poder de la dicha, ananda, que cae en gotas o bindus desde la parte alta de la cabeza como un descenso de nutrición de la gracia universal cuando meditamos con la luna. Soma es esencialmente lunar, esto lo hace acuoso, nutritivo, protector, es lo que deleita y alegra la vida. La tradición dice que sostiene al universo entero porque soma es el océano cósmico del que surge la existencia. Soma atrae, cohesiona y unifica. En su aspecto más denso está relacionado con los fluidos que recubren el sistema nervioso y el cerebro o con los que crean la saliva, por ejemplo. En un nivel más profundo soma es imprescindible para el equilibrio de nuestra mente-corazón. La mente se asocia con la luna porque tiene la capacidad de reflejar la luz de la Consciencia y funciona bien cuando está en calma, fresca, tranquila y clara como el brillo blanquecino de la luna.

Desde un punto de vista sutil, la luna interior se asienta en la parte alta de la cabeza, en el chakra del loto de mil pétalos. Su contraparte es agni, el fuego de Kundalini que asciende desde la base y el equilibrio entre el fuego y la luna resulta esencial para la salud del cuerpo y de la mente-corazón. En yoga se le presta mucha atención al brillo lumínico del sol, pero también al de la luna.

El próximo martes 21 guiaré a los participantes del grupo Spiritual Lifestyle en una meditación lunar muy especial. Únete al grupo para poder participar y beber el néctar de la dicha eterna.

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aham prema

Photo by Lester Salmins on Unsplash

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