Lo que te voy a contar hoy probablemente resulte chocante y seguro que te hará verte a ti mismo y a la vida de un modo distinto. Puede incluso que te haga venir menos a clase o hacer menos consultas, pero a mí lo que más me interesa es que todos sepamos que el poder de sanar, curar, transformar y liberarte está en tu interior. Tú tienes el poder de la autosanación y nadie más puede hacer ese trabajo mejor que tú mismo. En la biblioteca de mi madre había un libro fascinante con cantidad de ilustraciones del cuerpo energético y de los canales de Luz. Siempre me ha encantado contemplar esas imágenes y de tanto en tanto las miro e integro aún más su sabiduría. La autora escribía sobre el poder de curación que todos los seres humanos tenemos y hablaba de las manos como el canal a través del cual transmitimos sanación a nuestro entorno. No es diferente de la intención con que vivimos el camino yóguico, pues todo lo que hacemos en tantra-yoga y ayurveda está dirigido a despertar la capacidad natural que nuestro cuerpo-mente-corazón tiene para regenerarse y reparar la rica complejidad de sus tejidos. 4 pasos para despertar tus manos sanadoras: Primero, crea la intención de despertar quién eres en esencia: un precioso Ser que ha elegido encarnarse en un cuerpo físico concreto para cumplir con su evolución personal y universal. Segundo, visualiza y siente tu cuerpo-mente-corazón como un cuerpo de luz por el que circula la energía más hermosa y amorosa que te puedas imaginar. Tercero, respira suavemente, consciente y permite que la energía vibratoria que crea y sostiene todas las formas de vida fluya a través de ti (y no sólo a través de tus manos), permítele irradiar luz por todos los poros de tu piel. Por último, dirige esa energía hacia las zonas que sientas que están desequilibradas. Puedes colocar tus manos directamente sobre una parte concreta de tu cuerpo y mantener la atención en la visualización y el sentimiento.

Recuerda: "Yo soy Luz, Sabiduría y Amor"

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