Esta semana escribo sobre la experiencia que está teniendo uno de mis alumnos (con su permiso, claro). Me encantan los testimonios que corroboran el poder de sanación que tienen las clases de yoga y por eso te lo cuento hoy. Es un hombre estupendo, con una educación superior y una brillante carrera. Comparte su vida con una mujer maravillosa y todo parecía ir viento en popa hasta hace poco.¬†De repente empezó a notar que estaba muy agobiado, que sentía como si algo le oprimiera el pecho y que casi no podía respirar. Era como una angustia que se iba incrementando y que le asustaba. √âl se preguntaba el por qué de sentirse así cuando todo era perfecto en su vida.

Decidió ponerse en contacto con un terapeuta/coach e inició usa serie de sesiones para ordenar su mente y sentimientos. Durante la primera sesión la terapeuta le habló de la respiración, de la aceptación y de la compasión hacia uno mismo. Se acordó de que esas cosas las había escuchado hacía años cuando iba a clases de yoga. Así que pensó que probablemente sería una buena idea retomar su práctica y se acercó una tarde al estudio para asistir a una clase conmigo. Desde el primer momento se sintió genial: alegre, presente y muy positivo. El nivel de ansiedad y estrés habían bajado considerablemente. ¬†Parecía que volvía a ser él mismo de nuevo, pero ahora con una comprensión más profunda de la vida. Siguió viniendo a clase dos veces por semana y al cabo de un mes el trabajo que estaba haciendo con la terapeuta/coach ya se había completado con éxito.

A continuación te doy una lista de diferentes cosas que hacemos en una clase de yoga y que explican por qué ayuda tanto en casos como este:

1. El yoga te hace verte a ti mismo con más claridad y desde una perspectiva más amplia. Además, cuando te paras y creas espacio en tu vida para conectar contigo mismo, dejas de juzgarte y puedes amarte plenamente.

2. La meditación te conecta con el aquí y el ahora de una manera muy efectiva. Normalmente estamos todo el tiempo rumiando los mismos pensamientos insistentes que pertenecen al pasado o al futuro. Esta charla interna crea mucho estrés, pero en clase de yoga es como si durante una hora y media te centraras en el presente y disfrutaras de simplemente "ser". Entonces la mente y el sistema nervioso pueden relajarse y recuperar un estado de actividad equilibrado.

3. Las posturas de yoga (o asanas) transforman toda la energía nerviosa que se acumula en exceso y que causa ansiedad y malestar en general. Abren y desbloquean los canales por los que fluye la fuerza vital de manera que te sientes rejuvenecido.

4. La respiración yóguica te hace refinar tu sensibilidad interna. Te guía enseñándote cuándo te estás pasando, cuando estás honrándote a ti mismo y cuándo debes cambiar lo que estás haciendo. Prestando atención a la respiración puedes prevenir muchas situaciones estresantes (y sus efectos) mucho antes de que sucedan.

5. La relajación consciente te permite soltar y dejar partir todos los pensamientos y las creencias que están impidiendo que vivas feliz. Te ayuda a aceptarte tal y como eres y hace que surja en ti la compasión más bella.

Como ves, el Yoga proporciona unas herramientas valiosísimas para superar ¬†problemas de salud comunes como el estrés, la ansiedad y el pánico. Son tiempos bastante complejos para muchos y espero que este post de hoy sirva a quienes más lo necesiten. Acordaos de compartir, si os gustó. Gracias!

Om shanti, shanti, shanti

(Mucha gratitud a mi alumno por compartir sus experiencias conmigo y por permitirme escribir sobre ellas).

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